28 julio 2010

Poema "Rebuscando el sentido de las palabras"


"REBUSCANDO EL SENTIDO DE LAS PALABRAS"


Rebuscando el sentido de la soledad
encontré el modo de engañarla
cantándola elogiosos
versos breves, versos
de pocas palabras, palabras
de pocas sílabas, sílabas
tan bien usadas...
Encontré en la soledad
la palabra Solo,
la palabra Verso,
la palabra Sueño;
como se siente un alma devorada,
el infinito amargor del silencio,
que nadie interrumpe el pensamiento.
Rebuscando en la soledad el sentido
encontré
todo lo que arrastra un alma,
aquello que nadie escribe,
todo lo que no me dicen.
escuché
los pasos que me alejaban
rebuscando el sentido de la distancia,

medí y alargué el paso para acercarla,
encontrando al fin
el camino para andarla.

Rebuscando el sentido de las palabras
desgrané el sentido
del verso no recitado,
deseché la simpleza  
de las palabras ahorcadas.  

Rebuscando el sentido de la  memoria,
recordé,
cúantas palabras dijeron,
cúantas mas omitieron,
muertas
entre la muerte que produjeron.


Eloisa


24 julio 2010

Poema "Los Amorosos", de Jaime Sabines


"LOS AMOROSOS"

Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.

Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor.
 Los amorosos viven al día, no pueden hacer más,
no saben.

Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.

Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.

Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.


Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.

18 julio 2010

VIVIR EN UNA MENTIRA



Quiero hablar sobre algo que la obligación de la necesidad me ha hecho callar durante un tiempo, en lo que he pensado mucho, tanto, que por fin he logrado recuperar la cordura y la sinceridad que casi había perdido. Voy a decir que ha conseguido que me considere suficientemente madura casi por primera vez a pesar de tener 49 años.
¡Realmente, pobre concepto el que llegué a adquirir de misma!.  Y todo porque una serie de circunstancias que nunca deseé me dejaron relegada al puesto de "sombra", si, sombra de mujer, de persona, de individuo de una colectividad.
No necesité apenas tiempo para saber que me había metido en un mundo irreal lleno de ilusionistas a mi alrededor, para comprender la verdad de todo este proceso que he pasado. El origen lo supe enseguida,  pero el camino del futuro estaba por escribir. Sin embargo, por esas cosas que ocurren cuando eres alguien normalito, que no se cree alguien excepcional ni sobresaliente, perdí la capacidad de autovaluarme y autoprotegerme, anteponiendo las razones de otros, las que les podían mover a actuar como lo hicieron, y justificándolos. Si, antepuse su felicidad a la mía, con silencios, con sonrisas, con mentiras piadosas, con enfurecimientos solitarios y respuestas alejadas de la realidad, con esfuerzo,  para evitar conflictos, ocultando lo que sabía y escondiéndolo tras de mi para no verlo, reprimiendo la necesidad de hablar.
Si, perdí la capacidad de autoevaluarme, de respetarme; perdí la capacidad, mintiéndome, de ser sincera conmigo misma y acabar con las mentiras de otros. Y como no se mentir, más aun, me acusan de ser demasiado directa, y he tenido que sufrir la mentira día tras día durante años, sus mentiras y las mías, tal vez para convencerme cuando me equivocaba de no estar haciéndolo, ahora que creo estar empezando a  crecer, hablo de ello. Da igual si la verdad es dura.
Es dificil convivir con alguien que hace de su vida una mentira constante para esconder su falta de autoestima en un intento vano de reflejar lo que no es; cuando tu compañía es la de alguien que por desgracia no puede dejar de ser egocéntrico, que basa su existencia en la simple ilusión de ser más  sin saber como serlo, que la idealización de su persona es lo que persigue en sus relaciones, que no se le escapa la necesidad de rodearse de gente de quien lograr que se consideren  inferiores a él, y lo convierte en una verdadera meta.  Y tambien es dificil no justificarlo cuando se le quiere y se tiene miedo de perderlo, incluso de no poder seguir ayudándolo. Y yo lo hice, lo perdí por convertirme en un espejo, el espejo de la realidad, en aquella que no quiso mentir mas.
Y es que hay personas que temen verse a si mismas y eligen cambiar de escenario cada vez  que el teatro de su vida comienza a bajar el telón y se encuentran de pronto desprotegidos  ante los compañeros de reparto, sin sus trajes y sus pelucas, desnudos ante los demás, ante el mundo; cuando dejan de ser directores, entonces, huyen.


Eloisa

17 julio 2010

Enrique Bunbury - Frente a Frente

Pienso frente a este video, 
en todo lo que se puede construir
cuando existe el amor,
y en lo facil que es destruirlo,
no dejando nada;
enterrarlo para siempre.
Y aun así,
eternamente me quedará la pregunta
de si el amor se muere del todo.


14 julio 2010

"Nadie puede escribir un poema si desconoce el valor de las palabras"


Que infortunio malo se atrevió
a desafiar la quimera de sus vidas
y cargó de derrumbres que axfisian
por siempre el aullido de las bellas dudas;
derrumbes...
que  evitaron el bello pensamiento
impidiéndoles soñar  esas bellas locuras,
con las que huyeron,.
Que infortuniose atreíó 
a crear mares tan pequeños
que apresan las vidas como en una carcel,
embarradas por fondos negros
cuando las sueñan.

Que infortunio malo se atreve
a negar que su alma cante,
que  quiera huir del trueno hundido
bajo los pies de sus reinos,
convirtiendo en fauces
las iras de su suelo
sin vivir
la sordera que los aleje de escuchar
los lamentos del desierto.

Que mal infortunio decide
repartir la luz menos luminosa,
lanzar caracolas sordas
atoradas sus notas
en el fondo empecinado de los deseos.

A quien corresponden las mieles.
A que mal infortunio.


Eloisa -14 de Julio de 2010

12 julio 2010

Enamoramiento y Amor ¿Son el mismo sentimiento?




APRENDE A DISTINGUIR SI REALMENTE TE AMAN

Todos hemos estado enamorados. Es un estado por el que pasamos en mas de una ocasión, algunas personas incluso son adictas a esta sensación.

¿Quien no se ha sentido especialmente atraido por otra persona a lo largo de su vida; de niño, de adolescente, de adulto?. Muchas veces. Pero las importantes son aquellas en que la suerte ha querido que esa atracción fuera recíproca.

No es extraño enamorarse. Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien sentimos una fuerte atracción repentinamente, sin conocer nada de esa persona, ni sus defectos ni sus cualidades, sus gustos, sus debilidades, sus metas; y sin embargo dejamos que se destapen frente a ella todas las barreras que mantenemos ante todos los demás, y compartimos con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos mas íntimos envueltos en una sensación de que por fin encontarmos a la persona adecuada, justo la que necesitamos.

Desde un principio, sobre todo cuando esa atracción es recíproca, nos produce un gran placer, nuestra química hace que los sentidos de que dispone nuestro cuerpo se alteren por el funcionamiento de las endorfinas. Cuando nos enamoramos nos sentimos felices, los problemas parecen desparecer porque pasamos el día de buen humor, entusiasmados, sonreímos mucho y nos despistamos pareciendo estar atontados. Y todo porque nos parece que esa nueva pareja, nuestro nuevo amor, es una persona perfecta, la mas maravillosa del mundo, la que mas nos quiere y la única que nos comprende.  

Pero :
¿Es lo mismo estar enamorado de alguien y amarlo?  
¿El enamoramiento y el amor son sentimientos igual de sinceros y duraderos?
¿Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados?

Enamorarse, sin duda es algo maravilloso que nos permite creer que en el mundo que se nos ha presentado todo es bonito, todo encaja perfectamente, incluso nos creemos que la fortuna ha caído no sólo sobre nosotros, tambien sobre quien la casualidad puso a nuestro lado.

Pero el sentimiento de amor eso mas; precisa de conocer a la otra persona, requiere tiempo, requiere aprender a reconocer los defectos de quien amamos, aprender a ver lo bueno y lo malo del otro y de la relación que existe entre ambos. El enamoramiento es sólo el principio de un posible amor.  Muchas personas son adictas a estar enamoradas y cuando la magia que los mantenía unidos decae, cuando la novedad de haber conocido a alguien nuevo desaparece y empezamos  a conocer que el gran enamorado que tenemos junto a nosotros es algo mas que alguien a quien admirar, y podemos ver sus defectos y sus debilidades,  y a darnos cuenta que esa persona no es tan perfecta como pensabamos, será cuando sepamos si estámos enamorados o amamos a nuestra pareja.

Y es que, el enamoramiento es ciego, pero el amor no puede serlo. Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y decides aceptarlos, puedes ver en que situaciones falla y deseas ayudarle a superarlas. Pero tambien la otra persona al amarte ve tus defectos, aprende a entenderlos y ambos, lejos de manipularlos en su beneficio, los entienden e intentan superarlos en busca de una mayor felicidad para los dos.

El amor verdadero está basado en la realidad y no en un sueño como el enamoramiento en el que creemos haber encontrado al principe o princesa de nuestros sueños. En el amor no existe el encantamiento. En el enamoramiento encontramos a una persona que creemos maravillosa, pero no es perfecta. Crees haber encontardo a ese alma gemela que siempre buscamos, pero no existen la pareja sin diferencias.

El amor, al contrario que el enamoramiento es algo que no se encuentra sin mas; es algo que surje despues de haber superado el enamoramiento y decidido que lo bueno y lo malo de nuestra pareja es aceptado plenamente; es una decisión consciente donde la suerte o la magia no son los factores  que consiguen hacer permanecer juntas a dos personas que se enamoraron. Primero nos enamoramos y despues nos amamos.

Y es que el amor no es sólo una atracción, o una admiración profunda por alguien, ni un agradecimiento por la ilusión que nos llegó al conocerla; es algo mas profundo,  equilibrado, sincero, maduro,  mas satisfactorio; algo para compartir, dar y recibir,  mas duradero, y que sólo puede nacer de la convivencia.
Si no es así, no amas. Y si no te aman es imposible poder amar porque no puedes dar lo que no recibes a pesar de desear hacerlo.

Creo particularmente, que estar sólamente enamorado es una maravillosa sensación que dura un tiempo y que si en ese tiempo se logra encontrar un resquicio por el que aprender a ver a la persona real con la que compartes el enamoramiento, conseguirás saber si la amarás por largo tiempo o no. Y que no todos los individuos son capaces de evadirse por un momento cuando estan enamorados, de esas ensoñaciones  en que se vive y que nos hacen egoistas;  que únicamente las personas que logran comprender que ese estado mágico y perfecto en que viven pronto deberá tener una respuesta, serán capaces de disfrutar de un amor verdadero.

Eloisa

09 julio 2010

"CUENTO DEL PRINCIPE CHINO". Cuando la honradez en el amor lo es todo.



Se cuenta que allá para el año 250 A.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.
Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó:

- "¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura"-

Y la hija respondió: - "No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz"-

Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones. Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: "Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, esposa y futura emperatriz de China".
La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: costumbres, amistades, relaciones, etc.
El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos.
En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado. Aquella bella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada.
Entonces, con calma el príncipe explicó:

- "Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles"-


Cuento Chino. "El hombre más bueno del mundo".


Hubo una vez en un pueblo muy lejano de China, un hombre anciano al que todos sus vecinos lo consideraban "el hombre más bueno del mundo". Dicho apelativo lo había ganado debido a la fama que tenía de no haber lastimado a hombre alguno en toda su vida. Nunca había discutido con nadie, nunca había engañado a nadie, nunca había hecho llorar a nadie, nunca había levantado la voz. Ni una sola pelea con los vecinos, ni una sola vez había regañado a un niño por jugar cerca de su propiedad, nunca riñó con su esposa, nunca insultó a nadie, ¡NADA!

En verdad era un hombre muy admirado, tomado siempre como ejemplo en las asambleas del pueblo. Era el hombre a seguir.
Sin embargo, hay que aclarar el porqué de tamaña fama de este anciano: nunca hacía nada, nunca hablaba con nadie, nunca interactuaba con su prójimo, no era casado... Todo lo que hacía desde el amanecer al anochecer, era sentarse a mirar un árbol que crecía en su jardín. Este árbol era un árbol de Katsura y había aparecido de forma espontánea en su jardín desde hacía unos años. El anciano, que antes del árbol sólo se sentaba a mirar la nada, consideró este suceso como una señal de Dios, en aprobación a su quietud.

Es así como el anciano se sentaba a mirar su árbol muy cuidadosamente. Miraba y repasaba cada detalle una y otra vez. Sentía que podía saber cuántas hojas y flores había en las ramas, a pesar de que el árbol medía cerca de 15 m de alto y tenía muchas ramificaciones de variados tamaños. Miraba el color marrón claro del tronco que cambiaba a tonos amarillos en otoño. Sabía cuando se había desprendido una hoja, sabía cuando el viento se llevaba alguna flor, sabía cuando eran polinizadas las flores, sabía que esa era su misión en el universo de Dios.

Cierto día corrió la voz en el pueblo de que llegaría un sabio de una aldea lejana. Este hombre estaba haciendo un recorrido por muchos poblados, enseñando a la gente que quiera oír, la forma correcta de afrontar la vida. El sabio postulaba que el amor era la única forma de hacer del mundo un mundo mejor. Con el amor se podría llegar a desarrollar la fuerza de Dios.

Fue así que el anciano, al oír de la pronta visita del sabio se alegró pues por fin alguien reconocería oficialmente su bien, y el día que éste llegó, la gente de la aldea lo llevó a la casa del anciano. Ahí estaba él, sentado, mirando el árbol, simulando ni siquiera mirarlo, a pesar de que estaba ansioso de que lo alabe frente al pueblo.

Ahí está- dijo un joven al visitante-, mírelo, el hombre mas bueno del mundo.

Sí, él es -respondió una mujer ya entrada en años-, nunca le ha hecho mal a nadie, es un hombre privilegiado, no tiene karma.

El sabio lo miraba cuidadosamente mientras que el anciano hinchaba el pecho, orgulloso de su bien.

¿Cómo se llama?- preguntó el visitante.- No lo sabemos- respondió la mujer-, nunca ha hablado con ninguno de nosotros. Solamente mira el árbol de Katsura.

El sabio se paró frente al público y contó: "Cierta vez conocí a un hombre. Verdaderamente tenía amor en su corazón. El problema era que no sabía sacarlo fuera, no lo podía demostrar con facilidad, incluso llegó a pensar que no podía amar. Se esforzaba mucho, pero cada vez que se acercaba a una persona, terminaba lastimándola. Quizás era producto de su poca reflexión, quizás no era aún su tiempo de amar, pero él se seguía esforzando. Nunca tuvo malos sentimientos ni intenciones pero lastimó, hirió a la gente que él más quería y a los que más lo querían a él".

Eso me pasa a mí- bramó un jovén-, no sé amar y he lastimado.

Lo mismo me pasa a mí- dijo otro-, pero más me lastimo yo mismo cuando sé que alguien sufre por mi culpa.

Así varias personas empezaron a contar su situación, las mismas que eran muy parecidas a la del hombre de la historia y diametralmente diferente a la del anciano, el hombre más bueno del mundo...

"Bueno, dijo el visitante, ese hombre del que les hablo fui yo. Yo lastimé, yo me equivoqué, pero... Yo aprendí. La vida es una total acción, después de aprender viene el silencio y la aplicación de lo aprendido por experiencia. La vida es un continuo camino en el que la gente no sabe a ciencia cierta qué pasará, pero la confianza en nuestro bien y nuestro amor es lo que nos mantiene firmes en el camino. Y si caemos por la oscuridad que está al frente, sabemos por nuestra misma fe en Dios que nos podemos levantar una y otra vez, hasta alcanzar la maestría. Eso solamente es posible aprendiendo, equivocándonos y redimiéndonos. Pidiéndo perdón por nuestras fallas a Dios, a los demás y a nosotros mismos. Amando, lo cual a veces no es tan fácil como pensamos, pero se aprende".

El sabio pudo reconocer una expresión de desconcierto en la cara del anciano y añadió: "Dios no te culpará por decidir sentarte y alejarte de todo pero, ¿qué has amado?, ¿qué aprendiste?, ¿de qué has pedido perdón? El hombre más bueno del mundo no es el que no hace nada para no lastimar, por el contrario, lo es el que tiene el valor para afrontar la vida, equivocarse, apoyarse en su fe y volverse a levantar para seguir aprendiendo. Es el que agradece y pide perdón. Es el que reflexiona de sus errores y se esfuerza transparentemente en no volver a fallar".

"Si lastimaste a alguien y lo sientes en tu corazón, pide perdón.
Todo deberá estar mejor.
Si lastimaste sin querer aprende de ello.
Huir para no volverlo a hacer o dejar de arriesgar no será la solución".



08 julio 2010

Algunos piensan que comprando la verdad podrán desprenderse de ella.

Imagen de "La boca de la Verdad"

Era un hombre que se levantó aquella mañana y salió a caminar con una sonrisa que repetidamente miraba de reojo en cada escaparate de aquella calle conocida que solía frecuentar. Al llegar a una tienda se fijó en su nombre y quedó muy sorprendido. Pensó que aquel nombre era un nombre de fantasía. Entonces su curiosidad le hizo imaginar qué cosas fantásticas podían vender en aquel lugar.
Se decidió a entrar.
Se acercó a la bella señorita que asomaba por el mostrador y  preguntó:

- Señorita, ¿En  ésta la tienda se vende la verdad?
- Si señor, contestó la mujer.
- ¿Qué tipo de verdad está buscando?.
-Vendemos la verdad parcial, la verdad relativa, la verdad estadística, la verdad satisfactoria,  la verdad completa.

El hombre sorprendido pensaba ... ¡Es cierto que vendan la verdad!. Nunca había pensado que algo así pudiera venderse, que algún día pudiera encontrarse con la posibilidad de adquirir la verdad. Le pareció maravilloso, y sin dudarlo, el hombre contestó:

- Estoy cansado de mentiras y justificaciones, de palabras que generalizan, de sentirme defraudado y mal pagado.
- Quiero que me venda la verdad plena, completa. Si, véndame esa verdad.


La mujer de la tienda le pidió que la siguiera hasta otro lugar y acompañó al hombre hasta otro mostrador donde esperó con un gesto serio a que el hombre hablara.
-Véndame esa verdad completa.
Por cierto, que no me ha dicho el precio. -¿Cúanto vale?
preguntó sin importarte realmente, pues estaba dispuesto a pagar cualquier precio por conseguir la verdad.
La mujer contestó:

-Si usted se la lleva,  el precio es que nunca más podrá estar en paz.

Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca había imaginado que el precio fuera tan grande; y acobardado ante el desorbitado precio, dió las gracias a la vendedora y salió de "La Tienda de la Verdad". 
Se dió vuelta mirando el suelo. Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba algunas mentiras donde encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse con la verdad, consigo mismo.
“Quizás más adelante”, pensó.


04 julio 2010

Cuando un simple email te despierta de la oscuridad de un negro sueño.

Ayer recibí un email de un hombre al que conocí hace .... , bueno, los años suficientes. Un día, nos descubrimos soñando un sueño tal vez parecido, y no rechazamos soñarlo.
En el email me decía:  "Maite fíjate lo que escribía hace tiempo un poeta", y lo acompañaba de estos versos de Pedro Salinas:


"No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
«Yo soy el sol, los cielos, el amor».
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra."

*****

Pienso en este poema. Bonito poema para los soñadores y los que hemos intentado abandonar el mundo de los sueños. Pienso, que al imaginar algo lo hacemos como queremos, del color que mas nos gusta; imaginamos las formas, los sonidos, los nombres, los gestos que agradeceríamos y frases que escucharíamos, según la imaginación de cada uno. Soñamos, y soñamos sabiendo que lo hacemos, porque los únicos que no sueñan son aquellos que perdieron la razón y no pretenden meta alguna.

Eloisa  (Maite)

Dijo Sri Nisargadatta Maharaj que: "La realidad es lo que hace al presente tan vital, tan distinto del pasado y del futuro que son solamente mentales".


"Poesía de Amor ", de Café Quijano.