14 diciembre 2009

Un 3 de Junio en la catedral




Esta es una imagen de la catedral de Valladolid, mi ciudad. Habría mucho que contar sobre su historia, su construcción, su destino, los grandes acontecimientos que en ella se produjeron, y tambien las desgracias que allí se fraguaron, pero hoy dejaré ese cometido para gentes mas expertas, porque la historia que hoy toca es personal. Es simplemente una historia mas de cuantas a través de los siglos ha presenciado este lugar. Tal vez, a casi nadie le parezca importante este insignificante relato, pero si hacemos marcha atrás en la historia y recordamos a tantos que padecieron allí en sus muros, la tortura del castigo por una, tal vez, o no, justa justicia, quizás pudiéramos encontrar una analogía. ¡ Cuantos pagaron en esos muros por su delito!, ¡Cúantas plegarias, promesas, rezos, juramentos....habrán escuchado las piedras de esos muros!


Era un día tres de Junio por el año 2001, cuando paseando por esta bella ciudad, Abelardo y Eloisa llegaron hasta las puertas de la inmensa catedral con ánimo de visita y de absorber ese sobrio aire que respiran los sitios como este lugar. Hablando un poco de su historia nos decidimos a entrar por la puerta lateral, que estaba esta iglesia de obras para adornarla aun mas. Allí dentro nos sentamos frente a un pequeño altar cubierto de sillerias que no dejaban tocar. Recuerdo el ambiente extraño, y cómo sin darlos cuenta nos envolvía a los dos. Sentados en aquel banco, casi sin respirar venían a mi memoria esas historias de amantes que sellaron para siempre su amor en aquel altar. Faltaba el coro, y el órgano. No faltaron los anillos que aquel día fui a comprar; sencillos aros de plata para sellar nuestro amor en un banco de madera, y sin nadie alrededor. Nos cojimos de la mano, como si fuera un pecado, nos besamos fugazmente por si los seres de antaño vigilaban nuestra suerte; mirándonos a los ojos, con un susurro de voz, nos pusimos los anillos consagrando nuestro amor, y prometimos querernos, unirnos un día cercano aunque todo era dificil en ese momento de amor. Juramos quedarnos juntos incluso en la adversidad, sin separarnos por nada, ni pobreza, enfermedad. Fue una promesa sincera dentro de esa catedral la que dos enamorados, Abelardo y Eloisa hicieron en un día tres de Junio , sentados ante un altar. Nadie hubo de testigo, nadie firmó nuestro amor; solo unas horas mas tarde con mas gente en un salón, brindamos por nuestra suerte, y la noche, todo lo proclamó.

Eloisa



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http://www.archivalladolid.org/la_catedral_de_valladolid.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog,