12 junio 2011

UNA IMAGEN EN MIS OJOS


"UNA IMAGEN EN MIS OJOS"

Te estoy mirando.
¡Que bonita imagen contemplan mis ojos!.  La miro, y no cejo de creer que es toda mía; y me provoca una tonta risa algo húmeda, pero una gran risa.
¿Qué me dices?. ¿Dices que no sólo te mire?.

Ya lo hago cariño. Si todo lo que veo es mio. Ese jersey de lana color azul cielo que iluminaba tu cara, con la camisa a juego de rayas. ¡La visera de paño negro que engrandece tu mirada, magnífica sobre esa cabeza alocada resguardando un rostro despistado!. No se han borrado los surcos que perfilan tu mandíbula y que tanto me gustaban. Seguro que no sabes cómo seducen esos surcos que tanta veces he contemplado. Si es que a los hombres,  no es necesario mirarles la belleza,  basta leeros el rostro y contemplaros el cuerpo quieto en vuestro inocente sueño, cuando nadie habla para enamorarnos, para amaros sin pensar en nada.
¡Claro que te miro!. ¡Claro que te escucho!. ¡Si no quiero dejar de mirar todo lo que es mío!. Esos ojos menudos que brillaban sólo cuando miraba de frente, como luceros perdidos penetrando en el cielo, de los que surgen pequeñas colas de cometa añejo. Te miro y bailan ante mi esos dos o tres pelitos que rebeldes brotan de tus cejas como nuevos tallos de margaritas en cada primavera; y tus pestañas apenas visibles bajo el párpado descolgado por culpa de la poca risa. Miro en la imagen tu boca y recuerdo tus risas aniñadas y tímidas, tu risa aguda y nerviosa, casi escondida sobre esos dientes que el desgastado esmalte hace parecer un montón de destellos cuando se abren para besarte.
Se ha caído tu rostro un poquito cada mañana. Se ha caído, y a pesar de todo,  lo conservo aun límpio para alojarlo debajo de mi mirada.
No te quites nunca esa visera de paño tan bien ajustada, ni dejes de asirla con tus manos bonitas tan bien cuidadas, que tu linea de la vida está en ellas bien marcada.
¡Como se parecen tus manos y las manos mias cuando se abren para enseñarlas!
Pintaré un día esta imagen para no olvidarla, porque es mi imagen, la imagen que sueño con embeleso sentada junto a los remos de mi estrecha barca; porque es mi fragancia.


Eloisa