14 junio 2009

EL REGRESO DE ELOISA

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La vida no siempre quiere mostrarnos ni el camino mas sencillo ni el mas bello, y lo reserva para algunos privilegiados que seguramente son los que menos merecen esa suerte. Y a veces, la vida no se conforma y se empeña en poner el camino mas dificil de lo habitual y encima le heha chinarro para que te raspes las rodillas.
A veces quiere que entremos en un tunel y puede que no salgas nunca mas de el; y lo consigue, y también a veces en el tunel, como está muy oscuro lo no ves, y resulta que no era tan largo, y sales de el. Y si le pierdes el miedo, puedes entrar y salir varias veces porque ya eres un experto; ves el rayito de luz hacia el que corres sonriente, y entonces te conviertes en un corredor de fondo, un vencedor.
A mi me dijeron no hace mucho que lo mio eran las distancias largas, pero no pensaron en lo que realmente significaban sus palabras.
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Lo importante es que he regresado.
Eloisa está en la cima de la montaña para seguir escribiendo en estas sencillas entradas que algunos quizás por casualidad leéis. Aquí estoy, y aunque mi ausencia física a sido breve, mi alejamiento de este lugar os aseguro que ha sido profundo.
He cambiado el aspecto de mi blog (espero que guste mas) aunque no he avanzado mucho en la técnica para mejorarlo, pero todo llegará.
Aquí estoy, escuchando música toda la mañana, sobre todo al grupo español Amaral, que os recomiendo si queréis escuchar buena voz y una música y letras entrañables y la quinta estación, y es que a veces, lo que no logran las personas lo consigue una simple canción que te hace pensar.
Y yo, que estos días estuve pensando mas de lo habitual (que ya es mucho), estuve escondida, acurrucada en cualquier rincón menos en este, escuché los sonidos que nadie emite pero existen, hice oídos, casi sordos, a quienes se erigen ante mi como si de mi familia se tratara sin serlo. He desterrado mi bondad mal entendida hacia quién olvidó lo que debió recordar, porque en los últimos años solo aprendí que mis valores, esos que guiaban mi vida y de los que siempre me enorgullecí, no siempre sirven para sobrevivir en medio de los lobos, y sinceramente antes que un lobo disfrazado de cordero, me quedo con una manada de lobos de dientes afilados que reluzcan a la luz del sol, porque a ellos siempre supe enfrentarme.
Eloisa ha estado escondida peleando consigo misma para decidir, como dice una imagen de este mismo blog "por que no ser un poco de cada uno", si debía seguir enterrándose y favoreciendo a otros, a quienes no lo merecen, solo por una tonta idea de lealtad que llevo dentro, o defenderse de ellos. Y he llegado a la conclusión de que si otros se aplican el refrán ese que dice: "viva yo caliente y rianse las gentes", estos mismos van a permitirme que yo también decida; y mi mejor opción es: vivir yo caliente y reírme de esa gente, que ya es momento.
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Bueno, el caso es que, basta ya de humildad, basta ya de temer el posible remordimiento, basta ya de jugar a buenos y malos, y basta ya de poner la otra mejilla por tanto tiempo.
Así que, aquí estoy de nuevo dispuesta a entretener y entretenerme, a ser vista y leída, a escondidas, tal vez con pesar, o con indiferencia, o tal vez con pena (que no lo recomiendo), o, tal vez con temor.
Dejo en manos del transcurrir del destino por una vez, lo que a partir de ahora deba venir. Aquí estoy de nuevo sonriendo.