21 junio 2009

¿ PORTUGAL O ME QUEDO AQUI ? - Mi diario 2009

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Estoy disgustada esta mañana. Tenía preparados varios temas sobre los que escribir aquí, pero ... no; tengo en mente otros asuntos.
Debería estar contenta con mi próximo viaje a Lisboa (Portugal) al que me ha invitado mi hermano, y este próximo Martes tendría que estar viajando a mi ciudad, Valladolid, donde me esperan para partir.
Han alquilado una casita rural preciosa junto a la playa donde sé que me encantaría encontrarme, donde podría ver el cielo despejado y bañarme en ese agua tan azul del Atlántico, a la luz de la luna en la Noche de San Juan.
Tengo todo preparado, mi bolsa con algunos vestidos de tela fresca, mis chanclas para andar sobre la arena, el protector solar, y mis nuevas gafas de sol que me dan un aire veraniego que me gusta. No necesito nada mas en este viaje.
O tal vez si, me falta algo.
Tengo a mi perra Greta, mi perra de 42 kilos que no cabe en ninguna parte, que no puedo llevar en un tren hasta mi ciudad, aunque desde allí mi hermano estuviera dispuesto ha aceptarla como una turista mas con destino a Lisboa. Ella es mayor y esta enferma; solo me tiene a mí en este lugar donde vivimos, igual que me pasa a mi; la tengo solo a ella. Nos cuidamos y nos hacemos compañía, nos regañamos de vez en cuando y nos molestamos, cada una con nuestras manías en algún momento. Ella me pone la casa perdida de agua cuando bebe y me obliga a limpiar sin cesar, a cocinar a diario la comida para dos y a salir durante horas a pasear juntas. Por eso me costaría mucho separarme de ella y aunque ya busqué una guardería donde atenderla esos seis días, solo seis de toda su vida, no me sentiría tranquila dejándola allí.
Creí que escribiendo un ratito sobre ello me sentiría mejor y tomaría una decisión, pero no está ocurriendo. Pienso en todos los viajes que planeé realizar.
Me gusta mucho ver lugares diferentes, perderme en las calles mirándolo todo, sentarme en un banco a observar como pasa la gente, mirar de frente el mar pensando sin pensar, alzar la cabeza buscando pájaros, arañas o la misma grandeza de los mas altos árboles de algún parque, o la ribera de un río, coger piedras que la roca suelta en cualquier montaña, caminar por los senderos que otros hicieron antes.
Quise siempre conocer la ciudad de Lhasa, en el Tíbet, y entrar a alguno de los pocos monasterios que quedan en píe, ver el Ganges lleno de gente intentando purificarse, ver a los curtidores y teñidores de marruecos; meterme en los fiordos noruegos, pisar los glaciars del Mont Blanc, perderme mirando al cielo para alcanzar a ver las cúpulas inmensas de la antigua Rusia y otras ciudades, ver el metro de Moscú...
Siempre quise ver y ver; todo menos quedarme encerrada en una casa ahogada entre sus paredes, y me conformaba con salir a respirar otro aire, nada mas. Pero todo ha cambiado. Me aquivoqué de camino, de compañero de viaje, de lugar... Estoy en casa con mi perra y conmigo misma. No importa, me siento bien. No sé si iré a Lisboa el próximo Martes a pedirle al Mar y a la Luna.
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. La última noche de San Juan, frente al mar, pude confirmar el cambió de mi vida. Es posible que este San Juan frente al mar, suceda lo mismo.
Eloisa