14 marzo 2010

RECUERDO A MI HERMANO FALLECIDO


Te recuerdo, te hecho de menos
y hecho de menos no comprender todavía
 el sentido de la muerte y de la vida.
Te recuerdo en esa mirada inocente,
la risa amplia de un niño que no crece.
Recuerdo esos pantalones cortos que heredaba
y tus manos asomando en el embozo de la sábana
pidiéndome como asustadas que te tapara,
un cuento mas, que no eras capaz de imaginar,
que te arrullara cuando la noche no te gustaba;
recuerdo como te leía y te mimaba.
agradeciendo que me reclamaras,
tus piernas largas en el asiento del coche
que me atrapaban igual que si fuera
un suspiro que no ocupaba nada,
que no aprendieron a correr enamoradas,
que no aprendieron a correr, a saltar
para robarle las uvas a la parra;
esa carita rezagada escondida
por si alguien te llamaba
y no sabias responder porque tu boca
apenas hablaba, sonreía callada.
No se alejan de la memoria tus ganas
de explicarme mil palabras
que tu sencilla persona añoraba, cuando
los cuentos mas infantiles se te enredaban;
y tus castillos de piezas que nunca alzabas,
negados al esfuerzo de tus manos.
Te recuerdo y mí recuerdo es amargo,
cuando asomabas tu risa al balcón esperando,
porque tus veintiocho años no eran años,
eran discretas esperanzas que no llegaban a nada.
Te recuerdo tendido en aquella cama,
a través de los cristales intentando hablarme
con tu color arrebatado ya despedido
del dolor de tu ingenuo pasado
que acabó ese catorce de Marzo,
y hoy, en el día de tu aniversario,
habiendo borrado ya los años, regresas firme
a mí lado del que nunca te has marchado
como pidiéndome algo, avisando;
me obligas a rememorar tus años
y mis años, añorando, queriéndome decir
que se puede ser feliz sin haber andado; 
y me obligas a ver la muerte
a mí alrededor rondando,
y se me juntan tantas muertes...
Me obligas a ver la muerte
dándome un beso entrecortado
que me llevo bien guardado
que aunque me falte todo en la vida,
no me faltará el recuerdo
de tus años y tu risa.


Eloisa (Maite)
(Prohibida su reproducción)