Este cuerpo que Dios pone en mis brazos
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(Se bien que publicando esta carta serviré de risa y escarnio a mas de uno, y es posible que desde hoy cuente con algún mote a mayores, y no me importará, no le daré importancia. Porque en un periodo corto de tiempo creo haber crecido mas que los 40 años anteriores y porque soy y pretendo seguir siendo leal a mis sentimientos hacia los que quiero o quise, y jamás me olvido de ellos. Como no tengo dudas cuando es necesario, y en este momento algo me dice que debo estar ahí con alguien, seré fiel a mi misma y a ese alguien, a pesar de todos los inconvenientes habidos y por haber. Se distinguir cuando ha llegado el momento de decir un ADIÓS, y también un HOLA de nuevo algunas veces, y porque no me gusta marcharme de un lugar, ni abandonar sin intentar solucionar lo que nunca debió ser un problema, aquí dejo esta carta real que escribí no hace mucho. Y como he aprendido, si es preciso dejaré atrás algunos asuntos y aceptaré un acercamiento para liberar el peso de su corazón y el mio).
Eloisa
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volcó y a ver solo oscuridad, creí que había muerto, el que siendo adolescente y mucho tiempo después me sirvió como refugio, sentada sobre las piedras de las ruinas de
l molino, o bajo las gruesas ramas de las moreras que con el paso del tiempo, enlazadas entre si, parecen haber creado un túnel para que las parejas paseen por el sin que la luna los vea. Ese río que en otros años estuvo lleno de hombres quietos, con los codos clavados en el muro mirando a las mas atrevidas lucir pequeños biquinis que no estaban en su memoria poco tiempo atrás
la actualidad podemos encontrarnos bajo algunos edificios que en algún caso han sabido utilizar muy acertadamente, grandes bóvedas y túneles que sirven de comedores, donde por cierto, es frecuente invitar a los turistas que llegan a mi ciudad, a degustar su buena y original cocina.


importa que ya no la temo cuando se enciende o se nubla, cuando me chilla si retiro la vista de ella, atrapándome. Por fin somos una después de muchos meses y sigue siendo imprevisible a pesar de que ella lo niega, es secreta. Quisiera preguntarle cientos de cosas cada día que la descubro ante mi, pero no debo hacerlo; ella sabrá contestarme en el momento adecuado, sin prisa, por que somos un destino unido, una sola intuición que por fin aprendimos a vernos de frente en la misma oscuridad; y me cuenta solo lo que debo conocer.