29 marzo 2010

"Los sonidos del silencio". A quienes un día se vieron obligados a perder el rumbo de su futuro por vivir el presente que otros desearon.


Puede ser una desgracia imprevista, una enfermedad, la pobreza, la vileza de alguien que te engaño; toda clase de contradicciones que te alcanzaron como cuchillos lanzados a bocajarro. Puede ser....
¡Qué más da!
Siempre será una maldad que alguien decide alojar en tí.


Aprende a escuchar y a escucharte, cuando alguien, algo te haya arrastrado al mas absoluto silencio.
Aprende a verte y a mirarte cuando alguien o algo te haya relegado a la mas absoluta oscuridad.
Aprende a caminar entre la ignominia, el abandono, el falso amor, el dolor de cualquier tipo.
Anda en medio de la nada hasta que encuentres el camino aunque lo veas muy lejano.
Después, cuando sepas hablarte y escucharte sin que nada ni nadie  interrumpa tus pensamientos, desde uno de esos desniveles que encuentras en tu caminar, el mas alto de todos, desde ese que te permite ver el horizonte, habla, cuenta lo que has sufrido con palabras sinceras que hagan justicia, sin miedo, porque sólo habrás de encontrarte la ganancia de la vida que te fue vilmente robada.

(Video de Los sonidos del silencio interpretado con flautas)


Eloisa

19 marzo 2010

" HÉROES SIN VOZ " Un texto que tuve la suerte de encontrar cuando buscaba las palabras adecuadas.

Y si en esta ocasión no quise que el texto llevara mis palabras, fué por evitar dejarme llevar por algún vago, o no tanto, sentimiento que pudiera desviar el contenido que pretendía.
La foto es de un paseo en un parque de mi ciudad

Ante todo hoy pediré disculpas por reiterarme en esta última confesión postera. Por más que no quiera insistir en temas ya tratados, la rabia es débil, y mi necesidad de premiar a los héroes sin nombre también lo es.

Existen héroes y heroínas de acera sucia que muestran el lado vencido del alma, que brindan con nadie y acaban incluso por dejar de espetar agrias respuestas a la vida.
La gente vencida o destrozada (ya sea por falta de suerte o por negligente abandono y falta de coraje) puede tender fácilmente al desagrado, a enseñar los dientes y a devolver sus heridas con desacierto, a reir nerviosamente y menospreciar al resto con un claro gesto amargo de "a mí que me vas a contar".
Qué dificil es mostrar los huesos y pedir ayuda. Qué jodido pensar que así se está por debajo de los demás...como si los niveles de altura fueran algo tangible. Quién dicta quién está por encima y quién por debajo de quién. Con la mala leche el perdedor pierde puntos. Se escora un poco más al rincón de los perdedores, con orejas de burro y sujetando dos libros de inteligencia emocional.
Pero cuando veo brillo en los ojos del perdedor, una sonrisa intermedia hija del reir por no llorar, un gesto de cuidarse y quererse uno mismo ante todas las cosas aunque lluevan puñales, y el respeto por bandera aunque ganas de matar no falten, ahí mi alma queda rendida ante la belleza de la dignidad. Ahí nacen héroes desde el útero del silencio. Dignos seres humanos con muchísimas cualidades para superar grandes retos y conseguir que la suerte les llegue sin avisar, que se siente junto a ellos en el parque y solo diga: perdón por el retraso.

Este texto pertenece a:David,
 

18 marzo 2010

"ALMA DESNUDA" Poema de Alfonsina Storni,


Poeta argentina a la que admiro por la sensibilidad de sus versos y la sencillez entrañable de sus palabras, en las que me veo reflejada una y otra vez cuando en busca de mi propia comprensión, me siento y la leo.



"ALMA DESNUDA"


Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
 Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.



Poema de Alfonsina Storni

Irremediablemente (1919)



17 marzo 2010

"AGUAS SIN CALMA" Poema de Eloisa



Se fue,
 regalándole la barca
donde  pasear su nuevo éxtasis de amor
cuando su voz tenue cantaba
escondida en agazapados nocturnos 
otras lujurias, risas de un nuevo mar salado
renovado, airado y navegado
en esa barca zozobrada.
Se fue,
soltando el cabo de la soga atada,
deshilachada por unas rocas escarpadas,
a su cintura amarrada por las desdichas,
en otra cintura amarrada, como un fantasma,
y se dejó marchar;
sin presentarle batalla,
mirando irse solas sus manos enajenadas,
 copadas de ayeres
y bellos amaneceres,
de infinitas palabras de miel enamoradas
Por sus miradas se fue de ella la mirada,
llena de tal vez, llena de vuelve a mí
un mañana, un día sin bruma,
cuando naufrague la barca que te amarra,
amedrentado por el miedo
de las aguas sin calma.
La dejó marchar
ofreciendo no marcharse de su lado,
ofreciendo callar el trueno
 sólo a él y ella reservado,
mirando su aliento desmayarse,
y a él lloviendo en cualquier prado.
Se fue, maldiciendo el ancla que arrastraba
incapaz el llanto vivo que lloraba,
amando el sentido placentero de sus canas,
el refugio evitando el desmayo con la charla,
incapaz el llanto vivo que lloraba
de saber amar el cuerpo solamente. 
Se marchó pero no se fue.
Sigue aquí remando,
en una barca quebrantada,
nadando la espera desnuda en el lago
que la alberga, como asustada,
salvando cada tormenta arrebatada,
encaprichada por sentir
que sigue enamorada
del polvo gris que la atrapa.

Eloisa

15 marzo 2010

"DECLARACIÓN DE UN AMOR NAUFRAGADO" Poema de Eloisa


¡Que tristes se hacen los días cuando se sigue queriendo!
¡Cuántos palpitares ahogadores siento yo cuando te veo!
¡Que importa lo que pienses, lo que creas; no me lo dices!
¡Que pesares los días cuando viven dentro los recuerdos!
¡Mil mariposas se revuelven rebuscándome por el cuerpo!

¡Mil confusiones me atrapan bajo los techos de tu miradas
fulgaces y vivas, incapaz de distinguirlas, sólo imaginarlas
tenebrosas o arrebatadas, inconscientes, hechas espadas
dudando donde clavarse, si en mis sueños o mis entrañas
cuando escapadas mis pupilas, resbaladizas,  las repasan!

¡Que triste es seguir queriéndote, a pesar de tus espadas!
¡Amarte como una vagabunda el refugio ante una helada!
¡Quererte mas cada instante que decides que no te  ame!
¡Odiarte, repudiarte, y en ese mismo instante perdonarte!
¡Que dificil es quererte sintiéndome la sangre negra, seca!


¡Quisiera ser la ráfaga cegadora de luz enfrente de tus ojos,
que te dejara perdido en las tinieblas con tus manos alzadas
 hasta el horizonte urgando la guía de mis manos sanadoras,
fraternales, amigas, enamoradas, desnudas, encantadoras,
aquejadas, agotadas por la luz que en el quejido te regalan!

¡Que triste amenaza es cada día, cuando te sigo queriendo!
¡Que látigo sacude mí camino infectado.No logrará el olvido!
¡Que lástima  nuestro castigo, por un momento de desvarío!
¡Que momentos y perdones, que amores, son lo que  tengo!
¡Que me importa lo que piensen por declarar que te quiero!


¡Pero te sigo queriendo aunque seas un efecto del veneno,
dulce cuando callas y duermes, cuando te veo niño, manso,
si me arrullas escuchando los sonidos suaves de tus manos,
y no mientes si me hablas de tu pena y me pides un halago,
dulce cuando sonries al sentirte bien amado y vives amando!


Eloisa
(Prohibida su reproducción)
 

14 marzo 2010

RECUERDO A MI HERMANO FALLECIDO


Te recuerdo, te hecho de menos
y hecho de menos no comprender todavía
 el sentido de la muerte y de la vida.
Te recuerdo en esa mirada inocente,
la risa amplia de un niño que no crece.
Recuerdo esos pantalones cortos que heredaba
y tus manos asomando en el embozo de la sábana
pidiéndome como asustadas que te tapara,
un cuento mas, que no eras capaz de imaginar,
que te arrullara cuando la noche no te gustaba;
recuerdo como te leía y te mimaba.
agradeciendo que me reclamaras,
tus piernas largas en el asiento del coche
que me atrapaban igual que si fuera
un suspiro que no ocupaba nada,
que no aprendieron a correr enamoradas,
que no aprendieron a correr, a saltar
para robarle las uvas a la parra;
esa carita rezagada escondida
por si alguien te llamaba
y no sabias responder porque tu boca
apenas hablaba, sonreía callada.
No se alejan de la memoria tus ganas
de explicarme mil palabras
que tu sencilla persona añoraba, cuando
los cuentos mas infantiles se te enredaban;
y tus castillos de piezas que nunca alzabas,
negados al esfuerzo de tus manos.
Te recuerdo y mí recuerdo es amargo,
cuando asomabas tu risa al balcón esperando,
porque tus veintiocho años no eran años,
eran discretas esperanzas que no llegaban a nada.
Te recuerdo tendido en aquella cama,
a través de los cristales intentando hablarme
con tu color arrebatado ya despedido
del dolor de tu ingenuo pasado
que acabó ese catorce de Marzo,
y hoy, en el día de tu aniversario,
habiendo borrado ya los años, regresas firme
a mí lado del que nunca te has marchado
como pidiéndome algo, avisando;
me obligas a rememorar tus años
y mis años, añorando, queriéndome decir
que se puede ser feliz sin haber andado; 
y me obligas a ver la muerte
a mí alrededor rondando,
y se me juntan tantas muertes...
Me obligas a ver la muerte
dándome un beso entrecortado
que me llevo bien guardado
que aunque me falte todo en la vida,
no me faltará el recuerdo
de tus años y tu risa.


Eloisa (Maite)
(Prohibida su reproducción)

13 marzo 2010

Migel Delibes ha fallecido

Valladolid ha perdido este 10 de Marzo a un hombre mas, pero tambien ha perdido al gran novelista del siglo xx que tanto prestigio trajo a esta ciudad, a estas tierras castellanas inmersas en la cultura de las letras y del arte.
En recuerdo suyo, porque sin quererlo, como nos ha pasado siempre a los jóvenes, leí en mís tiempos de estudiante algunas de sus obras que nunca me arrepentí de leer; porque hubo un tiempo en que la literatura llenó gran parte de mi tiempo y de mís secretas ambiciones; y porque reconozco que quien es capaz de hablar escribiendo merece ser leído, quiero con este sencillo artículo recordar a Miguel Delibes.

 

Miguel Delibes Setién (Valladolid, 17 de octubre de 1920 - Valladolid, 12 de marzo de 2010, fue un novelista español y miembro de la Real Academia Española desde 1975, ocupando el sillón "e". Licenciado en Comercio, comenzó su carrera como columnista y posterior periodista de El Norte de Castilla, periódico que llegó a dirigir, para pasar de forma gradual a dedicarse en exclusiva a la novela.
Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno geográfico, apasionado de la caza y del mundo rural, supo plasmar en sus obras todo lo relativo a Castilla y a la caza desde la perspectiva de una persona urbana pero que no había perdido el contacto con ese mundo.
Se trata por tanto de una de las grandes figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil, por lo cual fue reconocido con multitud de galardones, pero su influencia va aún más allá, ya que varias de sus obras han sido adaptadas al teatro o se han llevado al cine, siendo premiadas en certámenes como el Festival de Cannes.
Marcado profundamente por la muerte de su mujer en 1974, desde 1998 se encontraba convaleciente por un cáncer de colon, lo que detuvo prácticamente por completo su carrera literaria y le llevó a la apatía y prácticamente al ostracismo.

Sus obras publicadas

La sombra del ciprés es alargada (1947). Premio Nadal
Aún es de día (1949)
El camino (1950)
El loco (1953)
Mi idolatrado hijo Sisí (1953)
La partida (1954)
Diario de un cazador (1955). Premio Nacional de Literatura.
Siestas con viento sur (1957). Premio Fastenrath.
Diario de un emigrante (1958)
La hoja roja (1959). Premio de la Fundación Juan March.
Las ratas (1962). Premio de la Crítica. Adaptada
Europa: parada y fonda (1963)
La caza de la perdiz roja (1963)
Viejas historias de Castilla la Vieja (1964)
Usa y yo (1966)
El libro de la caza menor (1966)
Cinco horas con Mario (1966)
Parábola del náufrago (1969)
Por esos mundos : Sudamérica con escala en las Canarias (1970)
Con la escopeta al hombro (1970)
La mortaja (1970)
La primavera de Praga (1970)
Castilla en mi obra (1972)
La caza de España (1972)
El príncipe destronado (1973)
Las guerras de nuestros antepasados (1975)
Vivir al día (1975)
Un año de mi vida (1975)
SOS: el sentido del progreso desde mi obra (1976)
Alegrías de la Caza (1977)
El disputado voto del señor Cayo (1978).
Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo (1978)
Un mundo que agoniza (1979)
Las perdices del domingo (1981)
Los santos inocentes (1982)
El otro fútbol (1982)
Dos viajes en automóvil: Suecia y Países Bajos (1982)
Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983)
La censura en los años cuarenta (1984)
Kastila zaharreko kontu zaharrak (1985)
El tesoro (1985)
Castilla habla (1986)
Tres pájaros de cuenta (1987)
Mis amigas las truchas (1987)
377A, Madera de héroe (1987)
Mi querida bicicleta (1988)
Dos días de caza (1988)
Castilla, lo castellano y los castellanos (1988)
Mi vida al aire libre (1989)
Nacho, el mago (1990)
Pegar la hebra (1991)
El conejo (1991)
Señora de rojo sobre fondo gris (1991)
La vida sobre ruedas (1992)
El último coto (1992)
Un deporte de caballeros (1993)
25 años de escopeta y pluma (1995)
Los niños (1995)
Diario de un jubilado (1996)
He dicho (1997)
El hereje (1998). Premio Nacional de Literatura.
Los estragos del tiempo (1999)
Castilla como problema (2001)
Delibes-Vergés. Correspondencia, 1948-1986 (2002)
España 1939-1950: Muerte y resurrección de la novela (2004)
La tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? (2005). Escrito conjuntamente con su hijo Miguel Delibes de Castro.

Adaptaciones en televisión

El camino , Josefina Molina, (5 episodios emitidos en TVE en abril de 1978)...

Adaptaciones al cine

El camino, Ana Mariscal (1962)
Mi idolatrado hijo Sisí, adaptada con el título de Retrato de familia, Antonio Giménez-Rico (1976). Reparto (Antonio Ferrandis, Amparo Soler Leal, Mónica Randall o Miguel Bosé).
El príncipe destronado, adaptada con el título de La guerra de papá, Antonio Mercero (1977).
Los santos inocentes, Mario Camus (1984). Premio en Cannes incluido a Francisco Rabal y Alfredo Landa.
El disputado voto del señor Cayo, Antonio Giménez-Rico (1986). Con Paco Rabal y Juan Luis Galiardo.
El tesoro, Antonio Mercero (1988). Una de las primeras películas de José Coronado como protagonista.
La sombra del ciprés es alargada, Luis Alcoriza (1990).
Las ratas, Antonio Giménez-Rico (1996).
Diario de un jubilado, adaptada con el título de Una pareja perfecta, Francesc Betriú (1998). Pareja protagonista José Sazatornil "Saza" y Antonio Resines.

11 marzo 2010

"NO SABÍAS QUE EL AMOR NO ERA SINCERO" Poema de Eloisa.





¡Que no es por mi si ahora escribo
sobre el desorden de los amores!
Que quiero contarte gitana de morenos ojos
que tus noches ya están faltas de palabras,
que no escucharás mas los arrullos suaves
de tus amores secretos. Que se van.
Que se te ha ido sin atreverse a decirlo.


No sabías nada cuando alegre te ofrecías
a velar sus mentirosos desvelos,
cuando te contaba de sus tantos sufrimientos,
y mentía. Mentía cuando del amor te hablaba,
cuando alababa tus senos, tu risa, tus escarceos.
Mentía cuando te juraba amor eterno,
gitana, que ahora lloras su desprecio.


Que ni los ritos, los regalos, los besos,
pueden ahogar  a quien no sabe de amores
ni de lloros, no sabe entenderlos.
Que te ha llegado el momento
de saber del desencuentro, del daño,
del engaño, de las palabras vacias, los celos
sabiéndolo alojado en otro cuerpo.


Que no sabías nada gitana de ojos morenos
cuando robaste la vida con ensueños
que no se sueñan sin esfuerzo, y ahora,
llorarás con lágrimas de desespero,
llorarás las vejaciones que tu has hecho,
las que te han hecho, mintiendo.
No quisiste saber nada de los amores sinceros.


Que no conocías nada gitana de ojos morenos,
ni las palabras ocultas, ni las noches
que estando lejos de tus brazos
el abrazaba otros brazos susurrando
un Te quiero, un no te vayas muy lejos,
un no me abandones del todo,
que sólo tu miel es la miel de mi deseo.


No quisiste saber gitana, de otros dolores ajenos
pensando que tus encantos
le arrebataban su cielo, y ahora,  ves
el sueño del que adorabas mintiendo en tus sueños,
quien te seguía en tus juegos con infieles devaneos.
Ahora ves, que no vale ya tu encanto,
que tu amor fue pasajero, viajero.


Ahora gitana te cuento que no es por mí
si ahora escribo sobre el amor traicionero.
Aunque tu no lo supieras, yo lo supe, yo primero.
No sabías nada de cuanto a mi me dijeron
del cansancio de tus besos, de tus enfados,
de tu peregrinar jugando al juego de los encuentros.
No sabías lo que nunca te dijeron.
Te ha vencido ahora tu juego, su juego
que ya no juega porque ya tiene otro juego.
Escucha si quieres saberlo, al pájaro que te canta
cerca del nido, muy cerca, muy dentro.






Eloisa
(Prohibida su reproducción)

LA INFIDELIDAD. EL ENGAÑO COMO BANDERA.

"No ha logrado el tiempo cambiar la actitud del hombre para romper una relación sentimental. Sigue la cobardía del silencio y la suerte del  azar siendo los mensajeros de un abandono"


Todo tiene un principio y un final, tambien en el amor por muy "amoroso" que se haya vendido. Cuando una parte de la pareja queda saciada del impronto del comienzo y la aventura exenta de cualquier compromiso o traspiés que nuble su efímero cuento erótico-emocional buscado, entonces pierde todo interés por quien  lo encumbró en una nube de generosos halagos que hacían subir su autoestima mas que seguro discutida, y le prestó placeres dificiles de lograr sin la ayuda de la personalidad de esa otra parte, y a toda velocidad buscará la compañía o los beneficios que le satisfagan en otra parte. Hasta ahí es comprensible que cualquiera intente alcanzar la felicidad de la armonía. No es tan comprensible ni asumible, y aquí entra la comparación de la historia de Abelardo y Eloisa, que la búsqueda de la felicidad de uno pase por el encuentro de la desgracia del otro.
Todos los que conozcan esta historia de la edad media saben que estos ardientes amantes se prodigaron por su empeño en amarse mientras nada les enturbiaba su pasión, llegando a engañar, mentir, disfrazar su amor, huir y esconderse con el fin de que no acabaran sus placeres. Pero como siempre, el sentimiento de amor y de compromiso no era vivido ni sufrido con la misma intensidad en ambos, por eso, cuando Abelardo comenzó a sentir la presión de las dificultades propias de toda relación humana, y Eloisa sufre con añoranza los inconvenientes de un solitario embarazo del que él es padre, en lugar de proteger a su amada y con ello su relación de amor, prefirió salir huyendo en busca de otra felicidad tan efímera como engañosa, que en su camino dejó sembrada de pena, desprestigio y desprotección  a quien tanto lo amó. Reconoce Abelardo  en sus múltiples cartas en respuesta a las de Eloisa, que su memoria está plagada de sus recuerdos mas apasionados, y reconoce que él fué la causa de que su amada quedara despojada de mil virtudes propias de las mujeres sólo por complacerlo. Sin embargo, tambien justifica su en realidad cobardía y falta de amor, y  la necesidad de limpiar su egocéntrico estilo de amar y su comportamiento,  con filosóficas palabras que lo engrandezcan y lo situen en otra realidad más cómoda y placentera para él, teniendo en cuenta que  es libre de abandonarla cuando desée. Al contrario de Eloisa, que se ve obligada a pagar las culpas de su amor encerrada en un convento y señalada por su pasado.

Retomando al principio de este artículo dedicado a la infidelidad del hombre, e insistiendo en que la búsqueda de la felicidad va implícita en las personas; cúantas hay que pasan por alto la felicidad y la fidelidad de los demás.
Será muy fácil para el infiel romper con una relación que se le hace pesada porque siendo incapaz de sentir el amor  plenamente, tampoco es capaz de comprenderlo en los demás. Le bastará al infiel comenzar a ser un poco mas desleal de lo que ya era, un poco mas mentiroso, y poco mas desdeñante, y responder cuando se le reclama una respuesta, con frases cuyas palabras parecan hacer un giro en dirección a quien las solicita, como dando a entender que quien pregunta es el motivo de su falta de felicidad. Es decir, lo facil es no responder a las preguntas que se le plantean ni molestarse en explicar, sobre todo si observa angustia o dolor en quien reclama, porque reconocer un engaño tan infame de los sentimientos de quien lo ama tan extenso en el tiempo, sería motivo de verguenza personal. Prefiere, o sólo es capaz, eludir su propia realidad probablemente inmadura y algo narcisista, y divagar sobre los sentimientos mas profundos que llevan a un hombre a idealizar el amor y por tanto a su compañera/o de cama,  y poco más. Nunca hay casi nada mas para los que son incapaces de sentir el amor con todas sus consecuencias. Les resultará muy fácil aludir a vagas teorías sobre etérea necesidad de progresar afectivamente, sobre la etérea libertad y sobre la búsqueda del etéreo engrandecimiento espiritual.
En una de sus tantas cartas que no podía dejar de contestar a Eloisa porque si lo hiciera perdería su  mal entendida condición de perfecto hombre de valores mas allá de lo sobrenatural, que creía muy por encima de la desdeñada perfección de Eloisa,  y  que lo convertiría en un hombre desvalorizado, decía Abelardo lo siguiente: 
"Por perfectos que seamos, nunca faltan tentaciones, y aun hay algunas provechosas. No debe causar maravilla que el hombre no pueda eximirse de caer en ellas, pues lleva en si mismo el germen que las produce, que es la concupiscencia. Apenas nos vemos libres de una tentación cuando otra la sucede. Esa es  la suerte de la descendencia del primer hombre, que siempre tendrá que sufrir, pues perdió su felicidad primitiva; y ni aun puede lisonjearse de que vencerá la tentación huyendo, porque si no unimos a la fuga la paciencia y la humildad, nos atormentaremos inútilmente; y con mas seguridad se consigue este fin implorando los auxilios de la misericordia divina, que con las armas que nos suministra nuestra flaca naturaleza"
No es dificil entender que con estas palabras, como tantas otras parecidas que escribía en sus cartas, tan solo pretendía algo tan infame y tan doloroso para quien iban dirigidas como buscar la liberación de esa parte de su vida que le podía  resultaba molesta y fatigosa, y quedarse con la parte que podía satisfacerle, como los recuerdos bellos, pregonándose gran entendedor de las emociones humanas, buscador de la perfección del alma sobre el cuerpo.
Pero la realidad es que, como el mismo decía, apenas nos vemos  libres de una tentación, cuando hay otra que la sucede; o lo que es lo mismo, cuando se cansan de una tentación ya tienen muy cerca otra que la suceda.

Lo que dejan los infieles entre medias, no volverá a serles de importancia en el momento en que observan el mas pequeño resquicio por el que huir del mal originado antes de que se les vuelva incómodo para su inmadured en cierto modo malévola. Los infieles viven siendo felices a trompicones destruyendo la felicidad de otros, conviertiendola en un desierto  acalorado que muchas veces no permite comprender nada a quien en el desierto queda,  no les permite comprender que no son culpables de la falta de integridad con la que se ven rodeados y obligados a sufrir por haber satisfecho una parcela de la historia de alguien que probablemente no es capaz de encontrar la felicidad sin ayuda de quienes con sumiso amor quisieron protegerlos en su falta de felicidad.
Pienso, que no ha logrado el tiempo cambiar la actitud del hombre para romper una relación sentimental; que la cobardía del silencio y la suerte del azar siguen siendo los mensajeros de un abandono"




Este artículo sirve a cualquiera, pero tambien lo escribo para alguien que está siendo engañada; para que sepa  que alguien ya está libre de su tentación y ha encontrado otra, como predijo y dijo hace un tiempo cuando supo que  ella estaba dispuesta a satisfacer su  necesidad de halagos erótico-emocionales.





Autora: Eloisa
(Prohibida su reproducción)
 

07 marzo 2010

"PALABRAS CAMINO DE LAS TINIEBLAS"


A veces me doy cuenta.
No se busca y sin embargo se encuentra
que ya, no se busca nada.

A veces me doy cuenta
que el espejo dibuja mí rostro en la mañana,
atisbando en el una rara desgana
que prometió  no albergarse en mi casa
pero sin casa...  
no existe forma, ni  el espacio;
y sin espacio para encerrarla
 se aloja toda prieta, 
muy alborotada,
mala, como quieta
en un rincón del tamaño de una mano.
Y este día al darse cuenta
se ha cansado de albergarla.

A veces me doy cuenta
de los pedazos de todo que poseo,
 partes de nada,
rodeándome la estancia.

A veces me doy cuenta
de este suicidio raro sobre la cama alineado 
de imágenes arrugadas,
 y  veloz me dirijo a la ventana
pidiéndole al agua de lluvia rala 
el bautismo contra  la oscuridad
que tantos días me baña,
que me arrolle ahora, 
la noche sin mañanas,
que mate ya este querer
lleno de nostalgias;
que me obligue a renegar  
de buscar la meta entre la nada.

A veces me doy cuenta
que regalé la nobleza,
mas allá, muy lejos
de las moradas nobles,
en una batalla sin nombre.

A veces me doy cuenta.
que nunca hubo nadie en mis albores.

Eloisa

06 marzo 2010

!SI NO ALCANZA EL OLVIDO! Poema de Eloisa


 ¡Ojala viniera el milagro de olvidar,
el que enterrara  la pena, para siempre,
 sin embargo no llega, no me encuentra,
olvidó mi dirección, desviándose a tu puerta!

¡Ojala me aplastara el olvido, y no lo hace,
me deja muda en las noches recordando
y me desvela el intento vano de alejarte
retirando de un soplo las cenizas
que un misterio se empeña en devolverme!

¡Ójala no me quitaras más, soñado amor,
de lo poco que me queda no quitado,
que me apena la sombría vaguedad
con que manchaste la ilusión de desamparo!

¡Ójala las ramas de la parra que te abrigan
mueran esta primavera y ya no crezcan,
que el otoño las deje desvestidas,
viendo penetrar la luz de quien te quiso,
de quien te quiere, porque no te olvido!

¡Ojala la pena que me queda, quisiera
 llevarse consigo lo que no te digo, si
 nunca podrás oirlo mientras viva este vacío
 que nunca estará sólo, vivirá conmigo!"


 Poema de Eloisa
(Prohibida su reproducción)


05 marzo 2010

"PEREGRINAR POR EL SUEÑO DE OTRO DÍA" Poema de Eloisa.



Quiero pedirle al capricho que te acerques a mi vida
y no se pierda de nuevo la alegría de tu risa
ni las campanas que suenan cuando te huelo en la brisa.

Que no escape a mi memoria el sonido que se silva
cuando se acercan tus manos tan bonitas a las mías,
ni ese tímido abrazo ruboroso que sale cuando me miras.

Voy a pedirle al rito, de nuevo tu regreso  a mi paseo
y los mimos que rieguen el colchón de mil destellos
la sutil sábana descubriendo en nuestro encuentro
limpiando la noche, y la mañana, el furor del duro día.

Que regreses a mi vida con tus palabras cortadas
para que acerques tus sienes al regazo de mi almohada
mientras descubres tus sueños, escuchados
en relatos de armonía, sobre tu frente mí mano,
sobre mi pecho tu vida delicada, protegida.

Quiero reposar mis días con tus risas de alegría
caminando por la orilla del fulgor de un nuevo amor
con olor a sal marina y  que tu andar sea mí guía
si los senderos me pierden sin encontrar la salida.

Quiero pedirle a la aurora que me acerque más a tí
para que todos los sueños se alojen dentro de mí.

Eloisa
(Prohibida su reproducción)

04 marzo 2010

"REENCUENTRO" Poema de amor de una amiga.




Faltan días, horas, instantes, momentos...
para que estés a mi lado venciendo el ayer y los años
en un reencuentro infinitamente postergado, lento;
guardaré en un cajón las ilusiones rotas,
arrancaré las telarañas de viejas tristezas y el último dolor ...

Me pondré mi mejor vestido,
ocultaré mis nervios tras la sonrisa,
pero no te asombres si mis ojos delatan esas dudas y miedo
porque tal vez al mirarnos seremos dos extraños...
y ¿que nos diremos bajo el sol de mayo?

Hablaremos del pasado, de los buenos tiempos,
quizá nos sorprenda un rojo atardecer
caminando de la mano descalzos por la arena
o reiremos o lloraremos de esa vida
que se nos fue sin estar juntos.

Será un breve encuentro, tan pequeño,
para abrazarnos o darnos un beso
para que hundir tu cabeza en mi regazo
como te gustaba hacerlo antes;
por ese dolor que traes de equipaje
recogeré tus lágrimas una a una,
por esa herida abierta que tu corazón sangra.

Más tarde tu mirada me preguntará
si en mí vive ese amor que te di,
y mis ojos callarán porque no sabré decirte donde está,
porque mi alma está vacía de tanto amar

Acaso rescatemos esa ternura enterrada,
pues por ti dejaría a un lado esa coraza del alma,
por verte una vez más dejaría atrás la amargura
y encerraría a oscuras a la soledad en mi cuarto.

Pero no me preguntes lo que mi corazón no sabe,
solo estaremos los dos frente a frente
y al mirarnos sabremos si aun vive el amor
o quizá, nunca lo sabremos...
 
 
Autora: Mª José Acuña Balastagui, que muy generosamente me ha permitido publicar estas palabras tan suyas. ( http://desdeelamor1.blogspot.com/2007/03/reencuentro.html )