16 septiembre 2009

CARTA A LOS OIDOS SORDOS.


Han pasado pocas horas desde nuestro último encuentro, y fue muy breve como todos los que tenemos en estos tiempos de cambios, y que yo disfruto, aunque ahora me parezca que ha pasado mucho tiempo. Y voy a hacer lo que recomienda Garcia Marquez, al que siempre he admirado, y que en esta ocasión, como no podía ser de otro modo, ha vuelto a ser certero con sus palabras. El, como muchas otras personas habla desde un corazón y un cuerpo heridos, pero aún así, ha sabido ver la realidad.
Como decía antes, aunque nos separan unas horas desde nuestro breve encuentro, siento que es el momento después de muchos dias y meses, de abrir mi corazón.

Es dificil explicar desde aquí, sin tener la ocasión de hablarlo teniéndo cerca a quien pueda responderme lo que quiero decir; es muy facil que no llegue a explicarme bien y que equivoque mis palabras. Sin embargo estoy segura de que en este momento, esta vez, sabrás entenderme de verdad aunque nunca llegues a decírmelo.
Parece una simpleza que, cuando se me comentó el resultado de un sencillo test, tuviera la "intuición" de que quisieran hacer una pregunta mas, o de que quisieran decirme algo mas. Y pienso que aunque parezca muy preguntona, resulta que a veces no pregunto lo que de verdad me interesa conocer, que no es tu vida privada ni lo que haces en tus correrias por ahí.
¿Te has preguntado seriamente alguna vez si el fin, la felicidad está en un sentimiento que te agobia, te ahoga y te domina, o está en la seguridad de sentirte protegido, querido, acompañado en los brazos y los abrazos, en el calor, los olores y los colores de cada despertar?, ¿ Si lo que buscamos es una vida en constante excitación, o la paz?. Podría enumera una infinidad de posibles elecciones, pero no trato con esta carta de pedirle a nadie nada,  que se mire de cerca y decida. Y es gracioso, pero cuando ese simple test dijo que entre las elejidas, la amiga era yo, me hizo sonreir y me sentí bien, porque como dije en casa, la amistad es un sentimiento muy duradero, profundo y muy valorado, y el amor, entendiendolo como el sentimiento de pasión exagerado hacia alguien, es de muy corta duración.
Y ahora pregunto: ¿cuando me decias los resultados al tiempo pensabas creer en el destino, en el karma y en las almas gemelas?.
Se que parecerá extravagante que hable de este modo y sobre estas cosas, y hasta es posible que aburra y se desee que acabe pronto esta carta, pero se que será leida hasta el final y en mas de una ocasión.
No pregunteis cómo ni porqué tengo tan presente una especie de seguridad en que lo hecho a lo largo de mi vida ya ha decidido cúal será lo que me resta por vivir; llamarlo destino o poner el nombre que mas guste, ya que eso no cambiará nada porque se que con el  arrastro, como se que por ello no habrá  perjudicados, que ya los hubo, y de todos modos no seríamos nosotros quienes pudiéramos cambiarlo ya. Tal vez no haya llegado el momento para mi de recojer los buenos frutos que mi destino quiera regalarme, o tal vez si, por eso está aquí mi fortaleza, y mi mejoría, y la fe en mi misma, y mi control, y quien está unido a mi hasta el fin de nuestros dias aunque nos separen mil kilómetros. Siempre volveremos a encontarnos y a unirnos.
Han pasado  meses desde la separación y, creo, ese destino que tanto nombro da sus plazos a las situaciones, y no podemos hacer que los cambie. Es por eso que no siento dolor, ni celos, ni deseos de venganza, ni recor hacia nadie. Tenías razón cuando decias que debíamos separarnos porque no éramos felices, y yo creo que esa infelicidad que hemos sufrido era necesaria para que los dos comprendiéramos quienes somos y que necesitamos.
¿Almas gemelas?.
¿Me creerías si te dijera que comencé a ver la verdad cuando me hablaste de ese gracioso test?. Llamarme loca, que no me importa. Tuve que sonreir al oirlo. Y sigo sonriendo sin importarme lo mas mínimo el pasado, incluso el mas inmediato y reciente. No me preocupa lo que se haya hecho o hablado en el instante anterior a este ni con quien.
Almas gemelas. Lo sabes porque conoces lo suficiente para entender de que  hablo y de saber de lo que careces y yo poseo en exceso, y al contrario, que soy la parte que  falta a esa parte. Por eso digo que incluso separados, incluso alejándome cuando pronto me vaya de este lugar, nos volveremos a encontrar, tal vez ancianos y enfermos, quizás sin la facultad ya de hablar para contarnos nuestros temores y hablar de nuestras ilusones, pero ahí estará lo que deba ser, y no será tu futuro ni mi futuro, será un solo futuro. Habrá un momento,  por fin, la hora de recojer lo que merezco.
Llámarme de nuevo loca cuando se lea que mis sueños son como una prolongación de mi vida, y que ellos me han contado que tal vez sean suficientes apenas unas semanas para que sientas la necesidad de abrir el alma, y lo harás conmigo porque me afectará a mi su interior. Y preguntarás mi opinión, y sobre mis deseos. Será entonces cuando comiences a sanar, cuando tu enfermo corazón comience a asomarse a la vida y a mejorar, y yo estaré ahí porque así lo necesitarás.
Es posible que jamas se entienda el porqué de mis actos y a pesar de ello yo siempre estaré segura de que mis decisiones eran inevitables.
Pronto hablaremos de la verdad. No hay prisa. Confía en mis palabras y sigue viviendo tu vida hasta que ella misma te diga toda la verdad sobre ti.
No importa donde llegue esta carta ni lo que opine sobre su contenido cualquier otra persona que pueda saber de ella.. Mi fuerza está en mi misma y nadie sabe lo grande que es. Ahora, desde aquí, a los ojos de otros puedo decir que soy ese alguien que siempre quiere  porque se me quiere aún sin saberlo.
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Eloisa