Lanzaré descansada mis sueños como una caña alargada
cuando victoriosa, conquiste la playa de esa vieja cala
abandonada a la suerte enmarañada del embrujo
de una cara aceitunada.
Arrojaré mis maletas ocultas en polvo de amor y olvido
del acantilado al dulce agua de mi espera idealizada
que la arena reclama en mi llegada, peregrina
en albores de mañana.
Desistiré de la entraña insaciable cuando se calme la gana
valiente de despejar tus canas a la mañana arrebatada
y asomes libre tu mirada de paso lento, como gastado
a los soles que te llaman.
Olvidaré callada los bailes amargos que juego con las palabras
espiadas en las siestas de las sienes plateadas engañadas
sobre su cama y mas camas por la piel aceitunada
enturbiando su mirada.
Consumiré la fuerza en los remos de una despintada barca
remando sobre la marea brava que lo arrastra abandonado
como pájaro sin alas del viento engañado, piando
que lo regresen a casa.
Eloisa
(Prohibida su reproducción)
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