17 noviembre 2010

POR QUÉ IRRUMPIÓ EN MI SILENCIO.


¿Por qué irrumpes
en mi cuidado silencio
con la voz tortuosa de la necedad,
la frase  idiota de rencor sin amansar?.

¿Por qué no duermes
bajo un lecho de urticante zarza
la lengua larga de tu boca inmunda.

¿Cómo silenciar al despavorido enano 
que en tu enmarañada entraña aloja
 ese corrupto alarde vanidoso
que despierta ante el mas leve silvido
de mí tenue brisa enfrascada
entre honestos callares elegidos?

¿Por qué no duerme
tu agónico grito envejecido,
la oculta saña derramada
que no tiene tiempo,
que no tiene verbo si no lerdo,
que no tiene un verso
entre sus entorpecidos dedos,
un arrepentimiento, 
ni una gota de sangre que no esté vestida
de descarnado rojo teñido de negro?

Irrumpes en mi silencio como un bostezo 
en medio un concierto de violines,
como un graznido que corta
el trino suave que alberga en mis oidos.

 ¿Por qué no duermes
cúal hormiga enterrada en el invierno,
como un abrazo salpicado de desprecio?

¿Por qué irrumpiste en mi silencio
si no eras mas que un frío sueño?.


Eloisa