para que estés a mi lado venciendo el ayer y los años
en un reencuentro infinitamente postergado, lento;
guardaré en un cajón las ilusiones rotas,
arrancaré las telarañas de viejas tristezas y el último dolor ...
Me pondré mi mejor vestido,
ocultaré mis nervios tras la sonrisa,
pero no te asombres si mis ojos delatan esas dudas y miedo
porque tal vez al mirarnos seremos dos extraños...
y ¿que nos diremos bajo el sol de mayo?
Hablaremos del pasado, de los buenos tiempos,
quizá nos sorprenda un rojo atardecer
caminando de la mano descalzos por la arena
o reiremos o lloraremos de esa vida
que se nos fue sin estar juntos.
Será un breve encuentro, tan pequeño,
para abrazarnos o darnos un beso
para que hundir tu cabeza en mi regazo
como te gustaba hacerlo antes;
por ese dolor que traes de equipaje
recogeré tus lágrimas una a una,
por esa herida abierta que tu corazón sangra.
Más tarde tu mirada me preguntará
si en mí vive ese amor que te di,
y mis ojos callarán porque no sabré decirte donde está,
porque mi alma está vacía de tanto amar
Acaso rescatemos esa ternura enterrada,
pues por ti dejaría a un lado esa coraza del alma,
por verte una vez más dejaría atrás la amargura
y encerraría a oscuras a la soledad en mi cuarto.
Pero no me preguntes lo que mi corazón no sabe,
solo estaremos los dos frente a frente
y al mirarnos sabremos si aun vive el amor
o quizá, nunca lo sabremos...
Autora: Mª José Acuña Balastagui, que muy generosamente me ha permitido publicar estas palabras tan suyas. ( http://desdeelamor1.blogspot.com/2007/03/reencuentro.html )