UTILIZAMOS EL AUTOENGAÑO PARA CONTROLAR
LO QUE EMOCIONALMENTE NOS DA MIEDO ADMITIR.
NEGAR PARA HUIR DE LA REALIDAD.
La negación es una de las defensas que puede utilizar el ser humano para evitar la angustia. Es un mecanismo de huida de la realidad que aparece ante determinados hechos, situaciones o sentimientos que se vuelven intolerables. Cuando se niega parte de la realidad es porque produce, por diferentes motivos, un daño en el amor propio. La negación puede ser situacional y momentánea, o relativamente estable y permanente. La aceptación de la realidad es un proceso gradual que comienza en la infancia. El juego y la fantasía son los espacios privilegiados del niño para construir la realidad, entre la aceptación y la negación. A diferencia del mundo real, allí todo es posible y, en un momento, puede convertirse en el príncipe valiente. A medida que el sujeto crece y se hace adulto, la tolerancia a las frustraciones que la realidad le impone aumenta y, con ello, la aceptación de que las cosas no son como le gustaría. Ya no existe el juego de la infancia para cambiar la realidad, pero en los sueños nocturnos, y en los que tiene cuando está despierto, puede transformarla a la medida de sus deseos.
DESPLAZAR LA ANGUSTIA.
A veces, un aspecto de la realidad se hace especialmente difícil y la persona, inconscientemente, prefiere negarlo. Esta actitud de no querer enterarse de lo que ocurre se manifiesta de muchas maneras. A veces, se niega desplazando la angustia sobre otra situación. Entonces, el sujeto no se preocupa por lo que originó su angustia, sino por otro hecho que resulta más tolerable. Un ejemplo: si lo que inquieta al sujeto es una situación familiar o de pareja y teme afrontarlo, desplaza el problema al ámbito laboral. El conflicto interno aparece negado y, en apariencia, toda la dificultad radica en el trabajo. Otras veces se proyecta la angustia propia en otra persona. Por ejemplo, cuando ocurre un hecho doloroso y se le oculta a alguien, 'para que no se angustie'. Así se niega la angustia propia. Existen situaciones que, por su valor traumático, obligan a la persona a desconocer algunos aspectos de la realidad para reducir el sufrimiento. Es el caso de personas afectadas por una enfermedad grave que conocen la verdadera dimensión de su mal, pero niegan esa situación. Han tomado contacto con esa dolorosa realidad y optan por rechazarla.
CUANDO ES UN PROBLEMA
- Idealización patológica.
La negación puede aparecer en momentos de una intensa emoción, por ejemplo, en el enamoramiento, donde muchos aspectos del otro quedan negados por la idealización que se hace de él. En ese caso, la negación está al servicio de trasformar al otro a imagen y semejanza de lo que queremos. Cuando la realidad es sustituída totalmente por la negación, hace aparición su forma más patológica y la nueva realidad puede derivar en delirios o alucinaciones.
- Transitorio o duradero.
Todos conocemos maneras de negar las cosas que tienen un coste para el sujeto: quien niega el paso del tiempo, quien mantiene la creencia de que mientras no hable de lo que le angustia esa realidad no existe... Si la negación obedece a situaciones puntuales, es transitoria y pasajera. Pero cuando es estable y duradera, tiene efectos en la vida psíquica.
1 comentario:
´me ha gustado mucho
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